Ten presente que al iniciar con tu gimnasia acuática adoptes una rutina de ejercicio, consulta con tu médico, así sabrás si es adecuada para tu caso. Es conveniente que cualquier actividad física que hagas durante su embarazo, esté asesorada por especialistas y expertos en la materia; de esta manera te sentirás más tranquilas y sabrás qué mejora tu físico y fortalece tu salud sin causar daños a su bebé. En pocas palabras, la práctica de la gimnasia acuática durante el embarazo te ofrece:
Perder calorías y equilibrar tu peso.
Aumentar tu rendimiento muscular.
Ganar mayor flexibilidad.
Mejorar dolores lumbares.
Rehabilitar tus músculos.
Estimular tu sistema circulatorio.
Relajar tu cuerpo y mejorar tu estado de ánimo.
Puedes practicarla durante todo el embarazo y tiene múltiples beneficios: controlará el exceso de peso, la celulitis, las várices, los dolores de espalda y el cansancio. Claro, debes apoyar la rutina de ejercicios con una dieta sana.
Entre las prácticas físicas más recomendadas durante el embarazo se encuentran las caminatas y la hidrogimnasia. Ambas pueden ayudarte a reducir la inflamación de piernas, pies y tobillos ocasionadas por la retención de líquidos.
La gimnasia acuática o hidrogimnasia, te ayudará a reducir el dolor de espalda, te relajará y mantendrá tu cuerpo en forma, ya que gastarás calorías; además, mejorará la circulación. Al realizar la práctica del ejercicio en el agua, se atenúa el peso de tu vientre y no sentirás con tanta fuerza el impacto del movimiento debido a la presión del agua.
¿Cuándo es propicio comenzar su práctica?
El ideal es comenzar luego del quinto mes de gestación, cuando tu cuerpo estará preparado para moverse dentro del agua. Esta clase de actividad utiliza la presión del agua para coadyuvar a su ejercicio. El agua se mantendrá a la altura del pecho dejando los hombros al descubierto, el tronco vertical y las manos realizarán empujes precisos según los movimientos.
Ventajas de la gimnasia acuática en el embarazo
Crea masa muscular.
Suaviza el impacto de los saltos durante el ejercicio, debido a la presión del agua.
Mejora la circulación, ya que la presión hidrostática facilita el retorno venoso.
Disminuye el edema o inflamación causada por la retención de líquidos.
Trabaja todos los músculos del cuerpo.
La presión del agua, protege todas las articulaciones.
Cuidados durante el ejercicio
La actividad física es muy beneficiosa durante el embarazo; sin embargo, debes tener algunos cuidados como: no levantar objetos desde el suelo o muy pesados y que tu abdomen no esté hacia abajo sosteniendo algún peso en tus brazos. Cuando termines, descansa con las piernas elevadas, con lo que neutralizará la retención de líquidos en las piernas y disminuirá la hinchazón.