Comer durante la dilatación y contracciones
¿Se puede comer durante la dilatación y contracciones?
Comer durante la dilatación y contracciones durante el progreso del parto , comer algo ligero, un sándwich o una fruta, o beber un poco de jugo o de agua, permite recuperar las fuerzas entre una contracción y otra. Sin embargo, no en todos los hospitales es fácil que la mamá pueda comer o beber algo.
Mientras transcurre la dilatación del parto, muchas mamás se preguntan si pueden comer o beber algo, aunque sea chupar un caramelo o tomar un jugo, para recuperar fuerzas y calmar la sed o la sequedad de boca, pero no siempre se le permite, porque se puede presentar el caso de que necesite una cesárea.
¿Qué sucede si comes o bebes durante la dilatación y te tienen que hacer una cesárea?
La costumbre de prohibir el consumo de agua y de alimentos durante la dilatación se remonta a los años cuarenta, cuando la anestesia epidural y la espinal no existían y, en caso de cesárea, siempre se daba a luz con anestesia general, ya que someterse a una intervención quirúrgica con el estómago lleno y con este tipo de anestesia es peligroso, debido que la comida del estómago podría aspirarse y llegar a las vías respiratorias.
Hoy en día, en la mayoría de los casos, la cesárea se hace con anestesia espinal o epidural, y la aplicación de anestesia general es rara, incluso cuando se trata de una intervención de urgencia.
Hidratarse durante el tiempo que dura el trabajo de parto y la dilatación, que pueden ser muchas, es importante, ya que la mamá se puede deshidratar y marear, lo que no sería nada conveniente para el parto.
Unos sorbitos de agua, jugos de fruta, o incluso una bebida isotónica, son adecuados para rehidratar y evitar que el cuerpo entre en cetosis, cuando el organismo agota las reservas de carbohidratos disponibles y empieza a quemar grasas. En este caso, las fuerzas flaquean, la mamá puede cansarse y sentirse mareada.
Además, la sensación de tener la boca muy seca durante horas es muy desagradable.
En consecuencia, no comer durante la dilatación y contracciones tiene poco sentido prohibir a la mamá que coma algún bocado ligero o que beba algo durante el trabajo de parto. Por el contrario, es incluso recomendable, siempre que se trate de alimentos ligeros, no grasos y de fácil digestión, que ayuden a la mamá a recuperar un poco de energía y a rehidratarse.