Hay madres que desearían dar a luz de forma natural y compartiéndolo con su pareja, pero que, sin embargo, tienen que dar a luz mediante cesarea por razones estrictamente médicas. 

Pero, por otro lado, también hay mujeres que deciden por esta forma de dar a luz, pues no quieren sufrir el dolor y desean programar el nacimiento del niño, o porque simplemente tienen miedo.

En seguida te explicaremos en qué consiste la cesárea, todas las formas de realizarla y cómo recuperarse mejor.

Qué es la cesarea

El parto por cesarea es una intervención quirúrgica hecha sobre el útero de la mujer embarazada. Se practica en situaciones especiales para extraer al niño y no constituye una forma alternativa de dar a luz, sino una técnica a la que se recurre cuando el parto natural implica un grave sufrimiento o un riesgo para la madre o para el pequeño.

Es una intervención quirúrgica en toda regla y puede conllevar todas las consecuencias de cualquier operación: dolor, herida, debilidad, doble cicatriz, riesgo de infección etc.

A lo contrario de lo que piensan muchas mujeres, la cesárea no ahorra el sufrimiento. Todo lo que no se sufre antes de la intervención, se sufre después, debido a las molestias y a la debilidad que siguen a la operación.